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Blog invitado: El Consejo para una América Fuerte considera que la política extraescolar es clave para el éxito de la próxima generación

Blog invitado: El Consejo para una América Fuerte considera que la política extraescolar es clave para el éxito de la próxima generación

Lo que sigue es un extracto de un blog invitado publicado en afterschoolalliance.org que hace hincapié en la necesidad crítica de programas extraescolares. Lea el blog en su totalidad.

Recientemente hemos tenido la oportunidad de publicar un nuevo informe, A Blueprint for a Stronger America, que incluye cuatro enfoques políticos clave que sentarán las bases para fortalecer nuestra nación. Llevamos ese mensaje a los responsables políticos del Capitolio, y nuestros miembros hicieron hincapié en la relación fundamental entre los planteamientos políticos y el éxito a largo plazo de la próxima generación.

Uno de estos enfoques fundamentales consiste en ofrecer programas extraescolares eficaces que brinden a los jóvenes la oportunidad de desarrollar sus capacidades académicas y sociales, manteniéndolos al mismo tiempo alejados de escenarios potencialmente peligrosos.

Además, un metaanálisis de 68 programas extraescolares de todo el país descubrió que casi 3 de cada 5 alumnos que asistían a estos programas mejoraban su comportamiento dentro y fuera del aula, y también obtenían mejores resultados en matemáticas y lectura, sacaban mejores notas, asistían mejor a clase y tenían más probabilidades de obtener créditos para graduarse.

Barry ford, presidente y director general del consejo para una américa más fuerte

La investigación nos dice que la delincuencia juvenil alcanza su punto álgido en las horas inmediatamente posteriores a la escuela, los días laborables de 2 a 6 de la tarde. Por eso los programas extraescolares de alta calidad son tan cruciales para ayudar a los estudiantes a mantenerse alejados de la delincuencia y desarrollar sus capacidades académicas y sociales: estos programas se centran en el «momento álgido de la delincuencia juvenil», desviando a los jóvenes de situaciones sin supervisión hacia actividades productivas y educativas.

[Sabemos por la investigación que los programas extraescolares pueden conducir a hábitos más saludables, incluida la disminución del consumo de sustancias, y a mayores oportunidades para la actividad física. Además, un metaanálisis de 68 programas extraescolares de todo el país descubrió que casi 3 de cada 5 alumnos que asistían a estos programas mejoraban su comportamiento dentro y fuera del aula, y también obtenían mejores resultados en matemáticas y lectura, sacaban mejores notas, asistían mejor a clase y tenían más probabilidades de obtener créditos para graduarse.

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Brooke Sydnor Curran, president and CEO of Move2Learn and the former «runner» of RunningBrooke, shares the story behind our new name and look.

Hecho de la diversión

Tararea tres notas de la mayoría de las canciones de rock/pop en la radio entre 1965 y 1983 y ¡lo nombraré!

Brooke Sydnor Curran

Presidenta y CEO

Empecé a correr cuando era padre de tres niños pequeños para pasar un tiempo a solas. Todavía corro porque es una buena carrera y es una excelente manera de comenzar mi día: pienso mucho durante esas primeras horas de la mañana. Cuando termino, me siento concentrado y listo para enfrentar el mundo.

Hoy en día, la ciencia respalda la evidencia de que correr y el ejercicio en general mejoran no solo la salud emocional, sino también el flujo de sangre al cerebro, lo que facilita concentrarse en la tarea y aprender mejor. Esto es especialmente cierto para los niños en edad escolar, que pasan gran parte de su tiempo en las aulas y se espera que presten atención y hagan su trabajo.

Sin una salida para dirigir positivamente la energía y aumentar el flujo sanguíneo para apoyar la función cerebral, la concentración se resiente, lo que puede ser desastroso para muchos niños.

Mis años de primaria y secundaria

Sé lo que es ser el estudiante que no puede quedarse quieto, tiene dificultades para concentrarse y escuchar al maestro. Ese era yo de niño. Siempre me llamaban por interrumpir el salón de clases. No fue hasta que fui adulto que entendí la relación positiva entre el movimiento y el aprendizaje.

Miro hacia atrás a esos años y los efectos persistentes con empatía por esa niña, pero sé que no estaba, y no está, sola.